martes, 20 de noviembre de 2018

II Cross popular Santa Colomba de Somoza





            Todo aquel que alguna vez haya intentado organizar algo (un cumpleaños, una cena de amigos, un viaje…) coincidirá conmigo en que no es tarea fácil. Como no lo ha sido organizar por segundo año consecutivo el Cross Popular de Santa Colomba de Somoza. Es necesario movilizar un montón de efectivos: organizadores, cronometraje, voluntarios, Cruz Roja, Protección Civil, etc. pero cuando hay voluntad las cosas salen adelante.
            Tras todos los trámites pertinentes como permisos, inscripciones, seguros y demás, amanece la mañana del domingo 18 de noviembre. Es una mañana nublada y templada, en la que casi un centenar de inscritos se dan cita en la cuna de la maragatería para participar en la 2ª edición de esta carrera. El terreno está perfecto: hierba, hojas, algún charco, un poco de barro pero muy corrible. Esta vez el trazado era de poco más de 10 kilómetros en una sola vuelta, lo que nos permitió disfrutar del entorno de la laguna Cernea, el pueblo vecino de Pedredo y demás parajes que a estas alturas del otoño lucen preciosos. Dos repechos para subir un poco las pulsaciones y por lo demás un recorrido muy rápido. Varios fotógrafos para inmortalizar los mejores momentos de todos nosotros y familia y amigos animando en ambas poblaciones.



            El resultado, magnífico: Astorga Running contó con más de una veintena entre corredores y voluntarios, y fueron varios los podios que se hicieron: Víctor Borges fue premiado como corredor más joven, Jose Ángel Borges 3º sénior, Luis Angulo 2º sénior, Roberto Álvarez  2º veterano A,  Jesús Parra 1º veterano A,  Ruth García 1ª veterana A y Estrella Alonso 2ª veterana B. 









Los amigos del CAT. Teleno – Cecinas Pablo obtuvieron un gran resultado siendo Layda Puente y Jennifer González 2ª y 3ª clasificadas de la general y Sole Yebra 1ª veterana B, desde Astorga Running les damos la enhorabuena, así como a los ganadores absolutos: 



Guillermo García del Atletismo Fisiorama Drasanvi y Joana Filipa Pereira del Racing León.
            En la post-carrera varios fueron los amigos corredores que nos felicitaron por la belleza del recorrido, la idoneidad del marcaje, y lo abundante del avituallamiento, así como por la posibilidad de usar duchas, la amabilidad de los voluntarios y lo bonitos que eran los trofeos y los detalles entregados a los corredores que con tanto esmero preparan los chicos de Cosamai.


            Esperemos que, visto el éxito de ambas ediciones, pronto este cross pase a formar parte de las carreras de la Copa Diputación, o por qué no, de un circuito de carreras por “pueblos maragatos” o algo así, lo que sin duda ayudaría a dar a conocer a amantes del atletismo y sus familias, la belleza de los parajes maragatos, y recompensaría, al menos en parte, los esfuerzos realizados por el Ayuntamiento de Santa Colomba, y en especial, los de Óscar, su técnico de turismo, que se ha desvivido ambos años para que las cosas saliesen bien.


            Con la satisfacción del trabajo bien hecho, y tras quedar limpias las zonas de carrera y recorrido, parte del equipo se dispuso a poner broche de oro a la velada con la degustación de un cocido maragato, que en tal entorno y en estas fechas, sienta de miedo.
            Nos vemos en la próxima.
           

miércoles, 7 de noviembre de 2018

MARATONA DO PORTO

Maratón Oporto 2018
 
El pasado domingo 4 de noviembre, tres de nuestros compañeros debutaron en la distancia reina de las carreras de asfalto: el maratón, 42,195 kilómetros que no todo el que corre está preparado para afrontar.

Todo comenzó varios meses antes, y probablemente el “presunto culpable” fuera nuestro experto en dicha distancia: Tomás Tejedor. Él ya lleva varios maratones en sus piernas, y cuando decidió que participaría en el Maratón de Oporto, nada hacía presagiar, que lo que había empezado como una decisión personal, acabaría siendo una expedición astorgana en toda regla, a la bonita ciudad lusa.

El tiempo iba pasando, los entrenamientos iban adecuándose a las necesidades de Tomás, un día series, otro rodaje, llegaron las tiradas largas… y de pronto alguno de ellos pensó: “y si… no, no, es una locura”, a otro se le pasó por la cabeza: “estaría bien, pero no estoy seguro de estar preparado…”. Siguieron los entrenamientos, cada vez con el objetivo más cerca y por ello más nítido, verse cruzando la meta en una gran ciudad europea.

Probablemente lo comentaron bromeando, y la cosa quedó en nada. Pero la idea cada vez volvía de forma más recurrente a sus mentes. A uno de ellos se le ocurrió mirar el calendario, y descubrió que no era mala fecha, pues había un día festivo cerca, “y si… podría cogerme el viernes e ir con la familia”.

Decidido, los demás lo habían sopesado también, ¡qué narices, nos lo merecemos y estamos entrenando para ello! Firmemente decidido, además tras la Behobia – San Sebastián del año anterior, se habló de que no estaría mal hacer un viaje de equipo una vez al año.

Se formalizaron inscripciones, se buscaron alojamientos para corredores y familia acompañante. Ya solo quedaba esperar a que se acercara la fecha y seguir entrenando duro para hacerlo lo mejor posible.

Y llegó la fecha, partieron en dos expediciones, la primera con idea de ir reconociendo el terreno y disfrutar de la bella Oporto con mujeres e hijos. La segunda expedición partió el día antes, las fechas eran muy especiales, y había que estar en casa.

Todos juntos por fin, emoción, fotos, risas, nervios, feria del corredor, comida de equipo rica en hidratos, más fotos, más risas, dudas, y miedo, porque no admitirlo, es una distancia que da respeto, era la primera vez para la mayoría, y el tiempo (y la rodilla de alguno) parecían no acompañar. Muchos ánimos de familia, amigos y equipo, y a dormir (si se puede).

Amaneció nublado, pero en peores plazas se ha toreado, había ganas, es imposible no tener ganas ya metidos en el ambiente de una gran carrera. Miles de personas con una misma ilusión, cruzar esa meta. Los mejores deseos de todos los conocidos, los cinco en la mente de los integrantes del equipo.

Dan la salida. A disfrutar. Mónica Pérez nos mantiene puntualmente informados: Víctor y Tomás en cabeza, los siguen de cerca Vidales y Roberto, el presi va a su rollo, esperando que la rodilla le aguante, aunque sabe que después lo pagará, habrá merecido la pena. Los cuatro muy cerca. Víctor lleva muy buen ritmo, Roberto va muy bien. Vidales se descuelga un poco. Tomás y Vidales afrontan juntos los últimos kilómetros. ¡Dios, qué emoción! ¡Y qué nervios! ¡Lo consiguen seguro! Llega Víctor. Llega Roberto. Mónica no da abasto: fotos, seguimiento en vivo, mensajes al equipo… lo estaba dando todo, y disfrutando de lo lindo pese a la copiosa lluvia que arreciaba. Llegan Tomás y Vidales. Solo falta el presi. Llega Agapito. Sudor y alguna lágrima al atravesar la meta.

¡FINISHERS! Los cinco finishers.

Reto superado. Felicitaciones, risas, anécdotas, fotos, dolores, más risas, más anécdotas, felicitaciones, felicitaciones, muchas felicitaciones.
Un recuerdo para siempre y la satisfacción de poder decir: ¡soy maratoniano!
            

Enormes chicos.
Enhorabuena y gracias por llevar al Astorga Running fuera de nuestras fronteras.